Además, continuó el ente, los periodistas de Bellingcat сon sus publicaciones pretenden ejercer presión mediática a la sociedad.
"Nos pasma lo que el grupo conjunto, que encabeza oficialmente la investigación y pretende (mostrar) la objetividad y el profesionalismo, toma en consideración estos materiales dudosos", agregó el servicio de prensa.
Asimismo el Ministerio de Defensa subrayó que "los mismos pseudoexpertos dijeron en su conclusión que de momento no hay ninguna posibilidad de prestar pruebas objetivas en sus llamadas investigaciones".
"Para confirmar sus conclusiones (de la presencia de los militares rusos en la zona del lanzamiento del misil que causó la catástrofe) los autores del informe usan los datos de las redes sociales, diferentes publicaciones falsas del internet, así como sus propios materiales dudosos que no pueden ser considerados bajo ningunas condiciones como las pruebas reales de la implicación rusa en el conflicto en Ucrania", indicó el ente ruso.
El 4 de marzo la organización independiente publicó varias imagines que supuestamente comprueban que el complejo Buk con el cual presuntamente fue derribado el avión, fue transportado dentro de un convoy por el territorio controlado por las milicias de Donbás.
El Ministerio de Defensa opinó que este informe de Bellingcat, como sus anteriores publicaciones, "también se basa en las pseudohipótesis".
"Como una comprobación de la presencia de las tropas rusas en Ucrania se usa solo una foto de un supuesto miliciano hecha presuntamente en la región del lanzamiento del misil Buk el 20 de julio de 2014, es decir, después de la catástrofe del Boeing", continuó.
Agregó que "Bellingcat hace su conclusión sobre la presencia de los militares rusos en el supuesto lugar del lanzamiento del misil basándose meramente en este material dudoso".
Al mismo tiempo, precisó el Ministerio, "la persona en la foto, a pesar de las declaraciones sin fundamentos de Bellingcat, no tiene nada que ver con las Fuerzas Armadas de Rusia, nunca fue militar ruso".
El ente recordó que anteriormente varios especialistas criticaron a Bellingcat por la falta de análisis de la autenticidad de fotos usados en sus investigaciones, así como "los medios de comunicación occidentales con una reputación seria investigaron en más de una ocasión las conclusiones de Bellingcat mencionando la falta de fundamentos de sus conclusiones y de competencia".
Kiev responsabilizó de la catástrofe a las milicias de la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Estas rechazaron las acusaciones al afirmar que no disponían de armas capaces de derribar un avión a más de 10.000 metros de altura.
El 13 de octubre de 2015, el Consejo de Seguridad de Holanda, país que encabezó la investigación internacional de derribo del avión, presentó su informe final al respecto.
El documento indica que el siniestro fue causado por la explosión de una ojiva 9N314M, instalada en un misil de la serie 9М38 del sistema antiaéreo Buk-M1.
