El marroquí le quitó un teléfono móvil de la mano de una joven que iba a tomar una foto de la catedral de Colonia en la plaza de la estación alrededor de las 12 de noche en vísperas del Año Nuevo.
La víctima, de 20 años de edad, no vio al ladrón, pero un refugiado de Afganistán que estaba cerca, le señaló por donde se había ido el marroquí y la joven lo alcanzó, informan los medios alemanes. El ladrón le devolvió el teléfono. Inmediatamente fue capturado por la policía que durante la búsqueda descubrió que el delincuente llevaba una pequeña dosis de anfetamina escondida en el calcetín.
En el juicio, el acusado admitió su culpa y pidió perdón a la víctima.
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La pasada Nochevieja en Colonia se presentaron 550 denuncias. Casi la mitad de ellas relacionadas con acoso sexual. Pero la policía dispone de pruebas en contra tan sólo 23 sospechosos. La policía federal, responsable de la seguridad en la estación central de Colonia ha identificado otros 32 sospechosos, la mayoría de ellos son solicitantes de asilo en Alemania.