La Procuradora expresó su disposición institucional para atender sus inquietudes y dio cuenta del desahogo de los compromisos asumidos en las reuniones previas, en una reunión en la sede central de la PGR.
La indagatoria sobre la desaparición de los estudiantes normalistas está abierta y se desarrolla contando, de manera estrecha, con la coadyuvancia técnica de un grupo interdisciplinario de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La PGR trabaja en el "esclarecimiento de los hechos y la sanción de los responsables a través del ejercicio de la acción penal, contra un centenar de detenidos, por parte del Ministerio Público Federal.
En la sesión estuvieron presentes el Subprocurador de Derechos Humanos, Omar Betanzos, y los expertos de la CIDH, y familiares de los estudiantes, quienes había solicitado una entrevista con el papa en su reciente visita, pero el jerarca católico no les ofreció una audiencia privada sino tres asientos en una misa, a la cual decidieron no asistir.
Los jóvenes estudiantes de magisterio rural, de origen indígena y campesino, fueron víctimas de una masacre perpetrada por policías municipales y sicarios confabulados con el alcalde de la ciudad de Iguala (220 km al sur de la capital).
La noche del 26 de septiembre de 2014 y la madrugada siguiente, los jóvenes fueron atacados a balazos en cinco autobuses en que viajaban a una protesta en la capital mexicana, los secuestraron y —según la investigación federal—, los asesinaron, quemaron sus cuerpos y lanzaron los restos triturados a un río, de donde fueron rescatados fragmentos que permitieron identificar solo a dos de ellos, en un laboratorio forense de Austria.