A pesar de que el agujero más cercano a nuestro planeta está a más de mil años luz, podemos reflexionar sobre lo que se pasaría si la Tierra accidentalmente se encuentra con uno.
"Uno de los efectos más conocidos que se producen por un agujero cercano, tiene el nombre de ‘espaguetización'. En resumen, si estás demasiado cerca de uno, te convertirás en algo parecido a un espagueti", escribe Pimbblet en la edición digital.
Esto es debido al gradiente de gravitación del cuerpo. Las partes más cercanas al agujero, se estirarían mientras que las otras partes se comprimen. Los pies, las manos, la cabeza estarían en diferente gravitación y te convertirías en espagueti.
En caso de los agujeros negros más grandes —los supermasivos-, ni siquiera nos podríamos dar cuenta de que nos estamos acercando a uno. La gravitación de ellos es tan fuerte, que en sólo un segundo ya estaríamos dentro del agujero. Quizás, nada cambiaría y seguiríamos con la misma vida.
Otro escenario es probablemente más dramático.
Vídeo: Agujero negro a punto de tragarse nube de gas del tamaño del Sistema Solar
Los agujeros negros no son necesariamente de ese color. Hay algunos que se ubican en el centro de los objetos astronómicos llamados "los cuásares", que son núcleos de galaxias distantes. Hasta el momento, se sabe con certeza que son los objetos más brillantes del universo.
"Un cuásar fácilmente puede eclipsar el resto de toda su galaxia conjunta. (…) Pero esto es un problema para cualquier objeto en la órbita —o cerca de- un agujero negro. De hecho, es muy caliente. Mucho antes de ser ‘espaguetizados' el poder de radiación nos freiría", concluye el astrofísico.
Lo que pasaría al caer dentro del agujero es otro tema. Primero hay que sobrevivir el momento del encuentro entre nuestro planeta y un hoyo negro. Sin embargo, no debemos perder el sueño por eso. Hay que ser muy desafortunados para enfrentar un agujero negro en primer lugar.