“Yo conversé con Francisco en Roma, en la segunda semana de enero, cuando se produjo la detención de Sala. Obviamente hay preocupación por las condiciones en las que fue detenida, en medio de un acampe pacífico, con la carátula de incitación a la violencia, cuando no hubo ninguna violencia”, señaló Vera.
Lea más: Milagro Sala ¿una presa política?
“Esa carátula ya se ha caído, la causa original por la cual se la detuvo ya no se está investigando, y sin embargo continúa presa porque se le fueron agregando otras causas. No se entiende por qué se le está juzgando, por qué no goza de su libertad mientras se la juzga, y si tienen tantas pruebas, por qué no se la ha procesado”, agregó. “Nadie está en contra de que se investiguen todas las irregularidades, pero se tienen que respetar las garantías del derecho de defensa y procesales establecidas por la ley”, remarcó.
Gustavo Vera, dirigente de la fundación La Alameda, que lucha contra el trabajo esclavo y la trata de personas, tiene una relación de larga data con el papa Francisco, desde que era arzobispo de Buenos Aires. El nombre de su agrupación política, Bien Común, se inspira en un texto de Bergoglio.
“Llama la atención que una persona que esté simplemente imputada, sea privada de su libertad más de un mes, cuando hay un montón de funcionarios de este gobierno y del anterior que están procesados, y en algunos casos condenados, y sin embargo se les garantiza la libertad hasta la sentencia definitiva. Hay dos medidas: una para los funcionarios vinculados a la clase del poder, que cuentan con todas las garantías de derecho de defensa, y otra cuando se trata de una dirigente social que viene de sectores sociales más bajos: en este caso, no hay derecho a que tengan libertad mientras dura el proceso y la investigación penal”.
Lea más: Campamento en Buenos Aires exige liberación de dirigente argentina Milagro Sala
Para Vera, el caso de Milagro Sala se ha agigantado en la prensa argentina “para disimular los mensajes que Francisco está dando en México vinculados con la corrupción política y el narcotráfico. Esto ya había ocurrido antes, cuando Francisco visitó Bolivia en 2015 y dio el discurso de las tres T: Tierra Techo y Trabajo. En la Argentina, los grandes medios se entretuvieron con la cruz que le regaló Evo Morales al Papa, y no en lo que dijo a las organizaciones sociales. Hay un cerco mediático tratando de invisibilizar el fuerte mensaje social del Papa”, opinó.
El 27 de febrero, el presidente Mauricio Macri se reunirá con el Papa en Roma.
