BOGOTÁ (Sputnik) — "A juicio de la Procuraduría General de la Nación, los hechos (…) tienen relevancia en el ámbito penal por cuanto estas conductas podrían encuadrar en diversos delitos como proxenetismo, inducción a la prostitución y trata de personas de miembros de la Policía Nacional", dijo en rueda de prensa el procurador general, Alejandro Ordóñez.
En tales conductas "presuntamente habría participado un senador de la República, quien actualmente se desempeña en un alto cargo del Gobierno Nacional", dijo Ordóñez en clara referencia a Ferro, quien era senador en 2008, cuando el vídeo fue filmado.
Ordóñez añadió que "este modus operandi habría tenido lugar presuntamente con la ayuda y complicidad de oficiales de la Policía Nacional, incluso del señor director general, Rodolfo Bautista Palomino López".
El vídeo que compromete a Ferro fue grabado en 2008 por un capitán de la policía mientras ambos iban a bordo de un vehículo por el nororiente de Bogotá y mantenían una charla sobre las preferencias homosexuales del entonces senador, según reveló este martes la emisora La FM, que publicó la grabación.
Tras la denuncia, el Ministerio del Interior confirmó la renuncia de Ferro.
La Procuraduría, a su vez, inició este martes la investigación formal del general Palomino por un aumento injustificado de su patrimonio, por seguimientos e interceptaciones ilegales a periodistas y por el armado de una red de prostitución homosexual que era conocida como "La comunidad del anillo".
Palomino sostuvo en un comunicado que él mismo pidió las indagaciones.
"Estoy seguro de que conducirán a la verdad sobre acusaciones falsas que se han hecho en mi contra de manera temeraria y sostenida", dijo el general al dar lectura de su declaración.
En diciembre varios periodistas colombianos denunciaron haber sufrido seguimientos y amenazas de agentes policiales luego de publicar información relacionada con esa presunta red de prostitución.
"La comunidad del anillo" supuestamente explotaba sexualmente a alféreces y cadetes de la Escuela General Francisco de Paula Santander, en Bogotá, y los ofrecía a clientes que eran oficiales de alto rango, congresistas y empresarios.