"Desde mi punto de vista, los colegas occidentales de la OTAN simplemente obtienen beneficios políticos de la confrontación, es más fácil demonizar a Rusia y achacarle los problemas existentes que admitir los serios problemas existentes en el sistema de seguridad europeo", afirmó.
Medvédev llamó a los países de la OTAN a "admitir su parte de responsabilidad en las crisis actuales".
"Cada vez la organización se ha negado incluso a tomar en cuenta nuestras preocupaciones en torno a nuestra propia seguridad, eso sin referirme a las recientes declaraciones de los dirigentes del bloque; se crea la impresión que no existe una amenaza peor para el mundo que Rusia", afirmó.
El primer ministro ruso señaló que "incluso en una ocasión nos pusieron junto a los militantes de Daesh (grupo autoproclamado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países)".
EEUU, la UE y otros países occidentales aprobaron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.
En junio de 2015 en respuesta a una prórroga de las sanciones Rusia prolongó el embargo alimentario por otro año más, hasta el 5 de agosto de 2016.
No obstante, incluso antes de estos sucesos, ya se venían discutiendo temas incómodos entre Rusia y Occidente, tales como el emplazamiento de los sistemas DAM en Europa y diversas campañas mediáticas contra Moscú, como la que pretendió desvirtuar la imagen de las Olimpiadas de Invierno en Sochi, la lista Magnitski, el caso Litvinenko y otras.