El asesor del ministro de Defensa de Arabia Saudí, Ahmed Asseri, declaró el jueves que su país podría mandar unidades a Siria para participar en la operación terrestre a condición de que logre coordinarlo con los mandos de la coalición internacional encabezada por EEUU.
Anteriormente, el periódico británico The Guardian informó que Riad podría enviar varios miles de militares a Siria para luchar contra el grupo terrorista Daesh (prohibido en muchos países, incluida Rusia), tras coordinar esta operación con Turquía.
Según el experto Vladímir Sazhin, del Instituto del Orientalismo de la Academia de Ciencias de Rusia, si Arabia Saudí y Turquía introducen sus contingentes militares en Siria, eso enredará aún más la situación, convirtiéndola en "irresoluble".
Un desarrollo pesimista de los acontecimientos incluso puede llevar, en su opinión, "a que Siria se divida en tres partes, a pesar de que nadie lo quiere, ni EEUU ni Rusia ni Irán": la primera controlada actualmente por Bashar Asad, la segunda de los kurdos y la tercera – un territorio extenso pero poco poblado – hoy bajo control de Daesh y de unas fuerzas suníes en oposición tanto a Asad como a Daesh.
Según Sazhin, Irán que por tradición rivaliza con Arabia Saudí y otros Estados del Golfo por el liderazgo en la región también podría inmiscuirse, haciendo inevitable una confrontación militar directa.
Al mismo tiempo el experto del Instituto ruso de Estudios Estratégicos, Serguéi Demidenko, dijo dudar de la seriedad de las intenciones de Riad y Ankara de introducir tropas terrestres en Siria, porque, a su juicio, sería una operación que solo provocaría desestabilización y afectaría a los propios invasores.
Demidenko trazó un paralelo entre tal desarrollo de acontecimientos y la guerra en el Líbano, en que Israel introdujo sus tropas y a poco se vio obligado a irse "porque no sabía cómo librar una guerra contra los grupos guerrilleros".
"Siria se parece mucho al Líbano en el plano étnico y confesional, tiene un sinnúmero de etnias, en tal situación la guerra es imposible: el invasor sufrirá colosales bajas (…) y gastará presupuesto en esa confrontación carente de perspectivas, cuyo resultado será desestabilización regional", explicó.
El experto fundamentó sus dudas sobre la intención de Riad de enviar tropas a Siria en el hecho de que Arabia Saudí no tiene experiencia real de guerra, y recordó la operación en Yemen, donde combatieron unidades de los Emiratos Árabes.
"Los saudíes no saben y no quieren combatir, y si declaran una guerra la libran con mano ajena", recalcó.
