"El ministro de Energía de la Federación Rusa, Alexandr Nóvak, confirmó al ministro de Petróleo y Minería de Venezuela, Eulogio del Pino, su disposición a participar en dichas consultas si llegan a celebrarse", dice un comunicado del Ministerio ruso.
Además, informa que Del Pino aceptó la invitación de Nóvak para tomar parte en el foro de gas y petróleo que tendrá lugar en Moscú del 18 al 21 de abril.
Por su parte, el ministro venezolano dijo en su cuenta de Twitter que Moscú "se suma al llamado de Venezuela de buscar la estabilidad del mercado petrolero mundial" y añadió que Nóvak "confirmó disposición de tomar parte en reunión extraordinaria propuesta por Venezuela".
Los dos ministros abarcaron también la situación en el mercado petrolero global y los asuntos de la cooperación entre Rusia y Venezuela.
Según un representante de la embajada del país bolivariano en Moscú, el martes el ministro venezolano podría entrevistarse con directivos de las mayores petroleras rusas incluida Rosneft.
Rusia es la primera escala de una gira de Del Pino a iniciativa del presidente Nicolás Maduro y que lo llevará también a Catar, Irán y Arabia Saudí, con el objetivo de tratar la situación del mercado petrolero y posibles medidas para frenar la caída de los precios, según explicó el propio ministro el pasado viernes.
El precio del crudo "está muy por debajo del equilibrio económico para productores y consumidores", dijo Del Pino, y por ello "es muy importante el llamado de nuestro país, pues se elabora un mecanismo de conciliación necesario entre todos los productores".
Reducción colectiva
Una medida que podrían adoptar los exportadores es una reducción colectiva de la producción, como ha sugerido Arabia Saudí, según dejó saber Moscú.
En ese sentido, el experto venezolano y exgobernador ante la OPEP, Elie Habalián, comentó este lunes a Sputnik Nóvosti que un recorte moderado de la producción de petróleo "puede tener un efecto moderado en el precio si llega tarde", debido a la acumulación de inventarios permitida por la sobreoferta.
Los grandes exportadores han desarrollado una estrategia de lucha por mercados aún con precios bajos y hasta con descuentos, traducida en una sobreoferta global de 1 o 1,5 millones de barriles diarios en un mundo que demanda 93 millones de barriles por día.