En concreto, el comandante de la Unidad de Policía Pacificadora (UPP) de Rocinha, Edson Raimundo dos Santos, fue sentenciado a 13 años y siete meses de cárcel por los delitos de tortura, asesinato, ocultación de cadáver y manipulación de pruebas, mientras que el subcomandante, Luiz Felipe de Mediemos, fue condenado a 10 años y siete meses por los mismos cargos.
El resto de los acusados, un total de 12 agentes de la Policía Militar, fueron absueltos de los crímenes al entenderse que no participaron de forma alguna con la tortura y asesinato de Amarildo durante la llamada "Operación Paz Armada" que la UPP de Rocinha realizó en el mayor suburbio de Río de Janeiro entre los días 13 y 14 de julio de 2013.
Según las investigación conclusiones de la investigación, Amarildo fue detenido por los agentes de la UPP en un bar de la región de "Ropa Sucia", una de las regiones fuertemente dominadas por el narcotráfico en Rocinha, y fue dirigido a la comisario de la UPP en Rocinha donde, por orden del comandante Edson Raimundo dos Santos, el albañil fue interrogado hasta la muerte para, posteriormente, desahacerse del cuerpo, que jamás fue encontrado.
La desaparición de Amarildo se convirtió en uno de los grandes temas inspiradoras de las protestas ciudadanas que recorrieron Brasil en 2013: bajo el lema "¿Donde está Amarildo?" ("Cadê o Amarildo?", en portugués) millones de personas desfilaron en la céntrica avenida de Presidente Vargas en el centro de Río de Janeiro exigiendo el fin de las violaciones de los derechos humanos por parte de la Policía Militar en Brasil.