"Las cuasi-investigaciones, de que hablamos hoy, sin duda pueden envenenar aún más el ambiente de nuestras relaciones bilaterales", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El funcionario aseguró que Rusia nunca fue "propulsora" de este deterioro y lo lamenta.
Previamente, el Ministerio de Exteriores ruso declaró que el objetivo de la investigación británica del caso Litvinenko es denigrar a Rusia y sus autoridades.
Este jueves se hizo público el informe del juez Robert Owen sobre el caso Litvinenko, en el que vuelve a responsabilizar a Rusia de la muerte del exagente en 2006 por envenenamiento con polonio 210.
A la vez, no pudo demostrar de forma inequívoca que la sustancia en cuestión procediese de Rusia.