En un reciente artículo, el periodista pone como ejemplo el caso de un profesor de escuela de Marsella. El simple hecho de portar la kipá, la pequeña gorra que cubre la cabeza de los practicantes del judaísmo, le valió a un intento de asesinato con machete por parte de un joven islamista.
Por su parte, Ana Alba, corresponsal de Sputnik en Jerusalén, dice que muchos judíos emigraron a Israel porque su Gobierno está animando a los hebreos "de todo el mundo a venir". De hecho, "se les espera con los brazos abiertos", afirma la periodista. Ana Alba indica que las condiciones que se les ofrece a los recién llegados son bastante buenas y que "se les da muchas ayudas".
Para Mikel Mazkiaran, secretario general de la Federación de Asociaciones SOS Racismo de España, el nuevo éxodo judío es fruto de la intolerancia y xenofobia que sobrepasan todos los límites en Europa. El principal factor es el "discurso político que viene desde determinados partidos que practican un populismo de extrema derecha" y culpan a "determinados colectivos" de los problemas que enfrentan los países europeos, indicó el activista.
A su vez, el politólogo Carlos Martínez se muestra convencido de que el ascenso de la ultraderecha es consecuencia de “la dirección política” de la canciller alemana, Angela Merkel. Sus “durísimas medidas de austeridad están generando una gran desigualdad”, lo que, sumado a la crisis migratoria, “genera una situación de rechazo y de xenofobia”, dice el analista. “Alemania, una vez más, es culpable del ascenso de la extrema derecha”, concluye Carlos Martínez.
