El sábado pasado, el Ministerio del Interior saudí anunció la ejecución de 47 personas condenadas por "terrorismo e incitación a la violencia".
Entre los ejecutados se encontraba el conocido clérigo chií disidente Nimr al Nimr.
La ejecución del religioso provocó violentas protestas en Irán que culminaron con ataques contra la embajada y el consulado de Arabia Saudí en Irán.
Más tarde, el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Adel al Jubeir, anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Irán.
Su decisión de romper las relaciones diplomáticas con Irán anunciaron también Bahréin, Sudán y Yibuti, mientras Emiratos Árabes informó de la reducción de su presencia diplomática en la república islámica.
Moscú y Washington han exhortado a Teherán y Riad a apaciguar las tensiones y a resolver las contradicciones mediante el diálogo político.