"Caímos en una tormenta perfecta. El conflicto en Ucrania fue un conflicto regional, y la guerra en Siria es un conflicto global. El petróleo sigue bajando y arrastra nuestra economía", comentó.
"Es poco probable que suceda el año que viene, que será aún más difícil que el 2015. Es un nuevo gran reto para el país: atravesar el año sin perder lo que tenemos e intentar ganar algo más", opina Fiódorov.
Según el sociólogo, la operación militar en Siria es el acontecimiento más importante del 2015 que "puso a Rusia en otro lugar en el mundo y afectó tanto la percepción del mundo por los rusos como la percepción de los rusos por el mundo".
"Como consecuencia, la política interior se quedó casi eclipsada por lo importante que es la exterior" y la sociedad no se percata de la crisis financiera ya que "la guerra en Siria es como un aditivo videojuego" y es "muy emocionante seguir por la tele qué está pasando", comenta Fiódorov.
Asimismo, el jefe de Wciom cataloga como "paradoja del año" el hecho de que el presidente ruso Vladímir Putin mantenga su altísimo nivel de apoyo popular.
Lo atribuye sobre todo a la reunificación con Crimea, hecho que "nos hizo cambiar de punto de observación".
"Comenzamos a aplicar otras categorías a nosotros y a los demás", fue Putin "quien nos condujo a ese cambio". "Ya no somos como antes y tampoco lo es para nosotros todo lo que está a nuestro alrededor", apuntó Fiódorov.