"Ayudaremos a las empresas que trabajan con Rusia. Según nuestros datos, no han tenido problemas a la hora de reembolsar sus créditos hasta la fecha, pero si hay dificultades, nuestra agencia revisará los plazos de reembolso y tomará medidas correspondientes", dijo.
Las relaciones entre Rusia y Turquía se deterioraron después de que un caza turco derribara el 24 de noviembre en territorio sirio un bombardero ruso.
A partir del 1 de enero de 2016 Moscú embarga la importación de ciertos alimentos turcos, restablece el requisito de visado para nacionales de Turquía y limita su contratación.
El viernes, la vice primera ministra rusa, Olga Golodets, informó que las restricciones laborales contra ciudadanos turcos en Rusia no afectarán a las constructoras que tienen contratos a largo plazo.