Para la sorpresa de los empleados del parque, el felino no atacó al hervíboro cuando le vio en su recinto, aunque estaba acostumbrado a recibir presas vivas dos veces a la semana, y le aceptó como "compañero de jaula".
La bonita amistad entre el tigre y el chivo, que dura ya más de un mes, les catapultó a la fama y generó numerosas noticias en los medios de comunicación rusos que a diario informan de las últimas novedades en la vida de los extraños amigos.
El pasado 25 de diciembre, el tigre estaba inspeccionando sus territorios en compañía de su amigo el chivo y de pronto vio unas plantas que le llamaron la atención. El felino se acercó y empezó a devorarlas, informaron en el parque safari.
El chivo no está acostumbrado a descansar durante horas, a diferencia del tigre, recuerdan en el parque safari, y por eso Timur se levantó pronto para entretenerse un rato con unas hojas de roble.
Amur se despertó del ruido que producía Timur con las hojas, abrió un ojo y le propinó un leve golpe en la nariz a su amigo. El chivo dio un salto atrás que le alejó del tigre unos dos metros pero, después de reflexionar un poco, comprendió que se trataba de una broma y se le volvió a acercar a su amigo como si nada. Así, el tigre continuó descansando y el chivo, recogiendo sus hojas.
Por la tarde, los amigos dieron otro paseo juntos. Y por la noche, el tigre olió la cena que le habían reservado sus cuidadores y comenzó a rugir de hambre, pidiendo la comida de siempre. Los empleados del parque safari le dieron a Amur un buen trozo de carne, mientras Timur optó por su menú vegetariano de siempre.