"Hay que cobrarlo todo, incluyendo las multas que haya acumulado la parte ucraniana", dijo durante una reunión con los vice primeros ministros.
Según Medvédev, "no hay ninguna duda de que los ucranianos renuncian a pagar (ya que) se conoce el rumbo que tomó el Gobierno de Ucrania: el de la manipulación y violación de los compromisos internacionales, y hay que tratarlo en consecuencia".
Anteriormente, el Gobierno de Ucrania aprobó una disposición que declaraba una moratoria al pago de su deuda de 3.000 millones de dólares a Rusia, pese a que el FMI la reconociera oficialmente como "soberana".
Medvédev también señaló que Rusia establece desde 2016 aranceles de aduana a Ucrania y un embargo agroalimentario similar al que afecta a los Estados que apoyaron las sanciones antirrusas.
Kiev había anunciado anteriormente que empezaba a implementar en 2016 su acuerdo de asociación con la Unión Europea.
"Ante este panorama necesitamos proteger nuestro mercado (…) e impedir que productos de otros países entren en nuestro mercado haciéndose pasar por artículos ucranianos", dijo Medvédev.