El Gobierno de México ha recaudado unos 10.250 millones de dólares en impuestos a la gasolina al tipo de cambio actual (176.153 millones de pesos), en los primeros 10 meses de 2015.
La explicación está en que el décimo productor mundial exporta la mitad del crudo que produce, pero importa más de la mitad de gasolinas que consume el país latinoamericano, y compra esos productos refinados a un precio menor en el extranjero, sobre todo en EEUU.
La petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que controla el total de la importación y venta de gasolinas, las ha vendido este año a los consumidores mexicanos a un precio más alto a los que pagó, de manera que los consumidores subsidian el gasto público.
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La recaudación del Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS), llamado en México "gasolinazo", se ha disparado por primer año con saldo positivo, luego de que el Gobierno registraba pérdidas al menos desde 2010 –según los datos conocidos–, cuando importaba las gasolinas a precios mayores que el precio a los consumidores, en la época de elevados precios del petróleo y sus refinados.
El gasolinazo
En 2010, el Gobierno perdió 49.480 millones de pesos en la compraventa de gasolinas, en 2012 el récord fue de 167.122 millones de pesos, y en 2013 perdió 76.697 millones de pesos en la recaudación fiscal.
Los consumidores mexicanos de gasolinas “cargaron con la mayor parte del peso de la disminución del precio del petróleo y de los ingresos petroleros, los cuales son compensados parcialmente con la recaudación del IEPS a las gasolinas”, comenta este viernes el diario Excélsior, que ha publicado una gráfica con la evolución de ese impuesto impopular.
La ironía del elevado impuesto es que el precio de barril de crudo mexicano cerró el jueves a 29,04 dólares el peor nivel desde el 23 de diciembre de 2008 (28,73 dólares por barril), pero los precios de las gasolinas en México no marchan al mismo ritmo.
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El IEPS se aplica a varios productos como tabacos, cervezas y bebidas con sabores, pero la recaudación aplicada a la gasolina ocupa el 60 por ciento de esos ingresos fiscales federales.
En cuanto a la producción, el Gobierno mexicano espera cerrar 2015 con una producción de 2,26 millones de barriles diarios, el menor registro desde 2004, cuando llegó al pico de 3,4 millones de toneles cada día desde el cual ha mantenido un descenso sostenido.
México también ha compensado este año 2015 sus bajos ingresos petroleros con seguros comprados en los mercados derivados de los precios a futuro del crudo, y recuperará unos 6.000 millones de dólares
A cambio de unos 700 millones de dólares, varios bancos de Nueva York aseguraron los ingresos federales de México a un precio de 76 dólares por barril promedio, llamados “coberturas petroleras”, y esta vez salieron perdiendo por el inesperado derrumbe de los precios muy abajo de ese precio pactado.
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En la última década, el Gobierno mexicano obtenía de sus ingresos petroleros más de la tercera parte de sus ingresos federales, entre 30 y 40 por ciento, pero este año esa cifra ha caído a menos de 20 por ciento (18 por ciento de acuerdo con la Secretaría de Fianzas), por el derrumbe de los precios del crudo.
