"La OSCE y otras estructuras deberían rechazar duramente esta práctica de Ankara que ignora sus compromisos internacionales", escribió Konstantín Dolgov, responsable de la Cancillería rusa para los derechos humanos y la democracia, en su cuenta de Twitter.
Con la deportación de los dos periodistas rusos, sostuvo, las autoridades turcas continúan pisoteando la libertad de expresión y el acceso a la información.
Desde la Cámara Pública de Rusia también han anunciado que solicitarán a la delegada de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación que condene este acto de Turquía.
"La Comisión pide a la representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, Dunja Mijatovic, que estudie este caso deplorable y condene públicamente actos similares en el espacio de la OSCE", reza un comunicado de la Comisión de esta Cámara para el desarrollo de la diplomacia social.
Los periodistas habían llegado a Turquía para hacer un reportaje sobre lo que realmente ocurre en la frontera con Siria y aclarar la situación relacionada con el contrabando de petróleo por parte del grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico).
El Daesh es una organización proscrita en Rusia y otros países.