"La imposición de las contramedidas ha influido de un modo u otro en la situación de los precios, aunque no de forma fatal", dijo en declaraciones a la cadena Rossiya 24.
"Ya tuvimos una inflación alimentaria del 13% a principios de 2008, y fue similar a principios de 2015, es decir que ya lo hemos pasado", dijo.
Al mismo tiempo, el primer ministro advirtió de que si se produce una subida fuerte de los precios de los alimentos, esta se deberá únicamente a una conspiración en el sector.
"Los precios no se dispararán solo por eso (el veto a Turquía), pero el Gobierno debe controlar lo que hace los proveedores de alimentos porque estos casos son siempre una buena excusa para subir los precios", concluyó.
El primer ministro ruso promulgó la semana pasada restricciones económicas contra Turquía.
Las medidas incluyen el veto a las importaciones agrícolas turcas a Rusia a partir del 1 de enero de 2016, que se aplicará, en particular, a los cítricos, tomates, carne de pollo y pavo, cebolla, coliflor, brócoli, pepinos, uva, manzanas, pera, albaricoques, melocotones, ciruelas, fresas.
Las relaciones entre Rusia y Turquía se deterioraron después de que la Fuerza Aérea turca derribase el pasado martes un bombardero Su-24 ruso en el espacio aéreo sirio, hecho calificado por el presidente ruso Vladímir Putin como "una puñalada por la espalda".