"No esperaría a que las sanciones se anulen ni en 2015, ni en 2016. Creo que es un proceso más largo. Por otro lado, creo que hay una alta probabilidad de que tarde o temprano suceda", dijo Chubáis.
Aunque las sanciones afectan a muchas empresas europeas, indicó el jefe de Rusnano, en este sector los intereses políticos prevalecen sobre los beneficios económicos.
"Mi sensación es que los fabricantes europeos están decepcionados por las sanciones, por el empeoramiento radical de las relaciones entre Rusia y Europa, y que sobre todo están sufriendo pérdidas económicas", añadió Chubáis.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y tras la adhesión de Crimea a Rusia aprobada en referéndum en marzo de 2014, calificada por los países occidentales de "anexión ilegal".
El mismo año, EEUU, la UE y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con un veto a las importaciones agroalimentarias.