Medios chinos han explicado que Xu Ming murió de un "repentino ataque al corazón" en una penitenciaría de Wuhan (provincia central de Hubei).
Xu, quien llegó a tener la octava mayor fortuna del país según Forbes, fue arrastrado en el proceso judicial que terminó con la carrera de Bo Xilai.
La sentencia acreditó que Bo había recibido sobornos de Xu por valor de 21,8 millones de yuanes (3,41 millones de dólares).
Gu Kailai, esposa de Bo y condenada por el asesinato de un empresario inglés, admitió ante la justicia que había recibido fondos de Xu para comprar una villa de lujo en Francia.
La televisión hongkonesa Phoenix TV asegura que tenía previsto salir de la cárcel en septiembre del próximo año.
Los negocios de Xu abarcaban los sectores del plástico, el inmobiliario y el futbolístico.
Xu compró el equipo de la ciudad costera de Dalian, donde Bo había cimentado su carrera política, y llegó a encadenar tres campeonatos nacionales.
Sus fuertes vínculos con Bo, quien fue uno de los políticos más prometedores y poderosos de China, le ayudaron a extender su imperio.