El proyecto Turk Stream supone la construcción de un gasoducto de Rusia a Turquía a través del mar Negro, las partes acordaron su realización hace un año, pero el acuerdo intergubernamental no se firmó.
El titular del Ministerio de Energía ruso, Alexandr Nóvak, informó el jueves pasado que las negociaciones sobre este asunto estaban suspendidas.
“De momento no hay indicios de que los problemas que surgieron entre nosotros y Rusia puedan afectar los proyectos como la central nuclear de Akkuyu y los de gas”, ha declarado Erdogan al intervenir este sábado en Estambul en el foro “Semana de innovaciones en Turquía”.
Según el mandatario, el Turk Stream se suspendió hace un tiempo y no debido a “las circunstancias negativas provocadas por los recientes sucesos”.
Las relaciones ruso-turcas atraviesan por una crisis después de que el caza turco F-16 derribara en Siria el bombardero ruso Su-24, acto que el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó como una “puñalada por la espalda” dada por cómplices de los terroristas y firmó una disposición sobre la garantía de la seguridad nacional y las medidas económicas especiales a tomar con respecto a Turquía.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, dispuso limitar relaciones con Turquía en los sectores de comercio, educación, turismo y empleo.
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El jefe del consorcio ruso Gazprom, Alexéi Miller, dijo a primeras de diciembre que “si Turquía necesita el Turk Stream, puede dirigirse a Rusia para celebrar negociaciones”, pero Ankara no lo ha hecho hasta el momento.
