"Condenamos este acto de violencia, la vida humana no tiene precio. Pedimos no vincular esto con el islam; lo que ha ocurrido no tiene nada que ver con nuestra religión", dijo en una rueda de prensa Hussam Ayloush, director ejecutivo del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidense (CAIR, por sus siglas en inglés).
"No ha sido un ataque terrorista; seguimos investigando los motivos de los agresores", dijo el jefe de la Policía de San Bernardino.
Unos 30 rehenes fueron sacados del recinto y según la policía hay 17 heridos.
Además los agentes han confirmado la información de los medios de que uno de los sospechosos responde al nombre de Syed Farook.
Según las pesquisas, Farook salió furioso del centro donde los empleados celebraban una fiesta y volvió al lugar con armas.
Las autoridades identificaron también a su cómplice Tashfeen Malik, una mujer de 27 años.
Los sospechosos fueron muertos a tiros por los agentes en un enfrentamiento que también dejó un oficial herido; su vida no corre peligro, afirma el canal ABC.
Según la cadena de televisión CBS News, los atacantes eran pareja y tenían un niño de 6 meses.
El diario The New York Daily News publicó anteriormente una breve entrevista con una persona que se identificó como el padre de Farook.
El hombre dijo que su hijo era "un musulmán muy religioso", al mismo tiempo, señaló que no sabía nada de lo ocurrido.