Este criterio es compartido por el investigador del Centro de Estudios para Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), Carlos Arce, quien sin embargo manifestó su preocupación por la capacidad de oferta que pudiera tener Bolivia en materia de reservas gasíferas.
El pasado martes, el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció en conferencia de prensa una próxima reunión de urgencia con su colega del Brasil, Dilma Rousseff, para tratar los temas comerciales de interés bilateral.
La definición de los términos y la fecha de dicho encuentro están en manos de ambas cancillerías, precisó el mandatario boliviano.
Sin duda el precio que pagan Brasil y Argentina será motivo de análisis, pero en lo fundamental no habrá modificación de los contratos de exportación, afirmó Arce.
"Bolivia llevó adelante una política acertada en esta materia, hay que reconocerlo. De hecho, algo que resulta ventajoso es que Brasil ya haya señalado su interés en ampliar la compra de gas, más allá del 2019", dijo Velásquez.
Giro político en Argentina
Respecto al contrato vigente con Argentina, los expertos señalaron que, como en el caso del Brasil, podría plantearse una negociación respecto a las condiciones de venta, pero como documento contractual, es de cumplimiento obligatorio de las partes.
"El caso de Argentina como el de Brasil, se han fijado las cantidades, lo que también da estabilidad a las exportaciones. Estos contratos a largo plazo, trascienden los eventuales cambios de gobierno. En el caso de Argentina se han hecho anuncios de parte de las nuevas autoridades respecto a su interés de revisar los contratos, pero eso es sujeto de negociación", explicó Velásquez.
Lo que podría ocurrir, dado el giro político que el nuevo presidente argentino, Mauricio Macri, dará a su relación con el gobierno de Evo Morales, es que queden en suspenso nuevos acuerdos energéticos, dijo por su parte el investigador Arce.
Este agregó que Argentina deberá encarar una situación económica que le obligará entre otras cosas a aplicar políticas de ajuste y reducción del gasto público, lo que tendrá una incidencia en sus relaciones comerciales no solo con Bolivia.
El contexto político que viven tanto Argentina como Brasil es motivo de atención de los agentes económicos que, pese a las dudas, sienten que, por ahora, los ingresos para Bolivia por las exportaciones de gas están asegurados.
