"Hemos sido testigos de las declaraciones del Ministerio ruso de Defensa de que todos los contactos militares con Turquía han sido suspendidos", dijo.
El portavoz también informó que el accidente del martes no afecta a la campaña militar rusa en Siria.
"Las fuerzas aeroespaciales de Rusia continúan los ataques contra los grupos terroristas armados de Siria sin ninguna restricción", declaró.
Peskov confirmó que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, intentó contactar con el líder ruso, Vladímir Putin, vía telefónica, "entre siete u ocho horas después del derribo", de lo que fue informado el mandatario ruso.
Además, el representante del Kremlin condenó la reacción del presidente turco al despliegue del sistema antiaéreo ruso S-400 en la base Hmeymim en Siria. El mandatario advirtió que en caso del ataque con misiles a los cazas turcos este será considerado un acto de agresión.
"En cuanto a estas calificaciones, en este caso lo principal es que evaluemos las acciones respecto a nuestro avión por parte de la aviación turca", afirmó.
Un bombardero Su-24 ruso fue derribado el martes en territorio sirio tras ser alcanzado por un misil aire-aire turco en un ataque que el presidente ruso Vladímir Putin tildó de "puñalada por la espalda".
Ankara afirma que la aeronave rusa incursionó en el espacio aéreo otomano, mientras que Rusia sostiene que el aparato no cruzó la frontera y en ningún momento amenazó a Turquía.