Las autoridades británicas presentaron el lunes pasado su nueva estrategia de defensa que prevé destinar 178.000 millones de libras (269.470 millones de dólares) a este rubro durante 10 años.
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— Ministry of Defence (@DefenceHQ) noviembre 23, 2015
El exjefe de la Dirección de Acuerdos Internacionales del Ministerio de Defensa de Rusia, Evgueni Buzhinski, opina que EEUU evalúa positivamente esta estrategia, entre otras razones, pues la puede aprovechar para vender armas a Londres.
"El Reino Unido se retrasó un poco en este sentido, pero ahora con los nuevos problemas y nuevas amenazas, que ellos mismos han identificado –entre ellos Rusia– es algo de esperar", dijo.
Y las armas, "especialmente en el ámbito de la aviación y la Armada, se comprarán principalmente a EEUU", agregó.
Resulta que Rusia "es un enemigo en Europa y casi un aliado en Oriente Próximo", señaló.
"Todo ese revuelo sobre Rusia en relación con Ucrania perseguía, entre otros objetivos, reanimar a la OTAN y estimular el gasto militar", dijo Buzhinski.
EEUU "ha expresado desde hace tiempo el descontento abierto con el hecho de que los europeos, incluyendo Gran Bretaña, gastan poco en defensa", explicó.
A su vez, Alexéi Fenenko, de la Facultad de Política Internacional de la Universidad Estatal de Moscú, relaciona la lucha antiterrorista de Londres con el fortalecimiento de su influencia y presencia militar en Oriente Próximo.
"Los británicos, como los norteamericanos, al parecer, entienden por la lucha contra el terrorismo un fortalecimiento paralelo de su posición en Oriente Próximo y la realización de las operaciones militares allí", indicó.
"Desde los tiempos de la guerra fría, Rusia y el Reino Unido con EEUU se han preparado principalmente para un conflicto", explicó.
Un elemento clave de la nueva estrategia británica es reequipar y modernizar las Fuerzas Armadas. El Gobierno decidió aumentar en 12.000 millones de libras los gastos en equipos militares y armas, incluyendo los cazabombarderos F-35, aviones de reconocimiento y submarinos nucleares.
Además se prevé aumentar la financiación de los servicios especiales en 2.000 millones de libras durante 5 años.
Otros 15.000 millones de libras se destinarán a la lucha contra el terrorismo.