El líder latinoamericano celebró que en la conmemoración de ese movimiento social se entreguen los ascensos y condecoraciones a integrantes del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada de México, empeñados en distintas misiones de seguridad pública y protección civil.
"En la carrera de las armas, todo el que desee servir a México, desplegando sus habilidades y talento, puede ascender hasta las más elevadas responsabilidades", dijo el presidente en un discurso.
Peña recordó a una generación de mexicanos, encabezada por Emiliano Zapata, "y su infatigable lucha por la tierra y la dignidad de los campesinos"; a Pancho Villa y "su inquebrantable compromiso con la justicia social"; pero también evocó al contrincante de esos caudillos rebeldes, el expresidente Venustiano Carranza (1914-1920) –quien fue asesinado, como sus dos adversarios–, por "su firme defensa del orden constitucional".
El presidente citó al desaparecido premio Nobel mexicano Octavio Paz, quien escribió que la Revolución Mexicana "nos hizo salir de nosotros mismos y nos puso frente a la historia, planteándonos la necesidad de inventar nuestro futuro y nuestras instituciones".
Finalmente, el líder latinoamericano pasó a defender una vez más el paquete de "13 reformas estructurales concretadas en este Gobierno, que constituyen una nueva plataforma para el desarrollo nacional".
Ese movimiento social abrió paso a 71 años de gobiernos ininterrumpidos del Partido Revolucionario Institucional (PRI, gobernante), desde 1929 al año 2000, cuando tras décadas de un poder presidencialista autoritario perdió por primera vez la Presidencia; y ha regresado con Peña en 2012, cuyo mandato expira en 2018.
