El partido de fútbol debía disputarse en un estadio de Hannover, pero a las 18.33 hora de Berlín, poco antes de comenzar el partido, el ministro alemán del Interior, Thomas de Maiziere, recibió un informe secreto de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución.
Según este documento, al que tuvo acceso Bild, la amenaza de un atentado en el estadio era real; además, los terroristas preparaban atentados en otras partes de la ciudad.
Tras evaluar las amenazas, el Ministerio del Interior alemán y la canciller federal, Angela Merkel, tomaron inmediatamente la decisión de suspender el partido de fútbol y evacuar a los hinchas.
De acuerdo al diario alemán, el informe decía que los terroristas iban a detonar varias bombas durante el encuentro Alemania-Holanda en el estadio de Hannover.
Otras cargas explosivas debían detonar en otras partes de la ciudad, incluida la estación central de trenes de Hannover.
Anteriormente se informó que Merkel tenía previsto asistir al amistoso de fútbol.
Esta misma semana también fue suspendido por motivos de seguridad un partido amistoso entre Bélgica y España en Bruselas.