Anteriormente se informó de 38 muertos y más de cien heridos. Un total de ocho personas que se encontraban en estado grave fallecieron este sábado.
La discoteca, abierta en una antigua fábrica de zapatos en el centro de Bucarest, no disponía de las autorizaciones necesarias para albergar conciertos y menos aún espectáculos pirotécnicos, según Arafat.
El trágico suceso generó esta semana una ola de protestas en Rumanía; los manifestantes exigen castigar a los funcionarios que que dieron la autorización al club Colectiv y abogan por la dimisión del Gobierno, supuestamente implicado en la corrupción.
A pesar de que el primer ministro del país, Victor Ponta, hubiera presentado el miércoles su renuncia y se hubieran iniciado consultas para formar un nuevo Gabinete, las protestas continuaron con nuevas reivindicaciones: la disolución del Parlamento y las elecciones anticipadas.
Una nueva concentración multitudinaria bloqueó en la noche de este sábado la circulación el centro de Bucarest; manifestaciones tuvieron también lugar en otros ciudades rumanas.