La joven y fotogénica Okobata había ocupado todas las portadas tras publicar en la prestigiosa revista Nature que había conseguido reproducir las células madre pluripotentes o ASAP, un presunto logro llamado a revolucionar la medicina regenerativa.
La universidad le había dado de plazo hasta el 31 de octubre para corregir su tesis, y ante el incumplimiento, ha decidido retirarle el doctorado.
Obokata se ha opuesto a la medida y amenazado con acudir a la Justicia, según la prensa japonesa.
La científica, empleada en el prestigioso Centro Riken, fue ensalzada como la nueva Madame Curie tras anunciar que había conseguido células madre adultas en apenas media hora, sin necesidad de retrasar el reloj biológico de las embrionarias mediante una farragosa concatenación de factores.
Obokata sostenía que bastaba con someterlas a un ligero estrés con un breve baño de ácido o presionando sus membranas para conseguir nuevas STAP.
Las células derivadas, genéticamente idénticas, evitaban además el rechazo habitual, lo que abría esperanzas para el alzheimer y otras enfermedades degenerativas.
Pero fracasaron los científicos de todo el mundo que intentaron replicar los resultados y poco después se descubrió que en el estudio se acumulaban textos plagiados y fotos manipuladas.
Obokata admitió las chapuzas formales pero defendió la existencia de las ASAP y aseguró que las había conseguido en más de 200 ocasiones.
De 32 años y formada en Harvard, Obokata no ha conseguido replicarlas ni una sola vez desde que su trabajo es fiscalizado.
El escándalo se cobró la vida de Yoshiki Sasai, supervisor del estudio y subdirector del Centro para el Desarrollo Biológico, quien se suicidó por sentirse "profundamente avergonzado" tras meses de depresiones.
Riken despidió a Obokata y retiró su estudio.