El Airbus A321 de la compañía aérea Kogalimavia que volaba de Sharm el Sheikh a San Petersburgo, con 217 pasajeros y 7 tripulantes a bordo, se accidentó el 31 de octubre en la península egipcia del Sinaí. Todos sus ocupantes fallecieron.
"Los participantes del acto se congregaron en la plaza del Palacio (…) con 224 globos por la cantidad de muertos en la catástrofe aérea; cada globo llevaba el nombre de un fallecido", dijo a RIA Novosti Radmir Jusnutdinov, el organizador del homenaje.
Jusnutdinov indicó que en el acto participaron entre 1.500 y 2.000 personas.
"Cuando supe de este acto decidí venir antes de ir al trabajo. Vivo en San Petersburgo, pero no tenía amigos en ese fatídico vuelo", confiesa Román.
Su pareja Ekaterina añade: "Hemos venido a rendir homenaje a los niños que fallecieron en esa tragedia".
A cinco metros de esta pareja dos mujeres lloran.
Una de ellas, con lágrimas en los ojos, dice: "Esto pudo suceder con cualquiera de nosotros, es terrible".
A la plaza han venido muchos jóvenes para expresar su solidaridad.
"Es difícil explicarlo. Esto nos concierne a todos, independientemente de si teníamos personas conocidas en ese vuelo", apunta Alika, una estudiante.
"Una de mis hijas practicaba deporte en el mismo lugar que una niña que murió en la catástrofe. No eran muy amigas pero yo conocía al papá de la menor. El padre se quedó en San Petersburgo, la madre y la niña estuvieron en ese avión", dice Alexéi.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró el 1 de noviembre el día de luto nacional por la mayor tragedia aérea en la historia del país.
