"La oposición, que estaba dispersa y fragmentada, encuentra en el PRO un cauce político", dijo el politólogo Diego Reynoso, investigador titular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Reynoso, especialista en elecciones y docente de la Universidad de San Andrés, señaló además que esto le plantea al partido de Macri, nacido en el bastión opositor de la capital argentina, la posibilidad de proyectarse a todo el país.
"Es correcto que (el PRO) busque una expansión nacional", indicó.
"Hoy por hoy el PRO es una fuerza nacional", sentenció.
Macri forzó en los comicios del domingo una segunda vuelta presidencial contra el candidato oficialista y hasta entonces favorito, Daniel Scioli, del Frente para la Victoria (FpV, de centroizquierda).
Con el 97,19 por ciento de las mesas electores escrutadas, Scioli recogió el 36,86 por ciento de los votos, mientras Macri reunió el 34,33 por ciento, un resultado que obliga a dirimir la presidencia en segunda vuelta, pues ninguno de los dos obtuvo los mínimos que dispone la Constitución: 45 por ciento de los sufragios o 40 por ciento y 10 puntos porcentuales de diferencia respecto del segundo.
Este sería entonces el primer balotaje de la historia desde que el sistema fue adoptado con la Constitución de 1994.
Para Reynoso, este resultado puede atribuirse a que el líder del PRO logró convocar a quienes no habían votado en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), celebradas el 9 de agosto.
"Macri movilizó el voto que en las PASO no fue a votar", señaló.
En el otro extremo, Macri, de quien precisamente se pensaba que en las PASO había llegado al tope de su caudal electoral, obtuvo el domingo 1,5 millones de sufragios más que en agosto, por lo que "no habría tocado su techo", explicó.
Ese fue "otro error" que cometieron los analistas políticos, dijo.
Aboy, para quien el resultado puede leerse "como un balance de los últimos cuatro años", arriesgó que estamos ante "una situación irreversible" y que "no hay forma" de que Macri "no sea presidente".
"Scioli es la imagen de una derrota; para el Gobierno, la segunda vuelta es irremontable", auguró.
El tercero en discordia
En el tercer lugar en las elecciones presidenciales se ubicó Sergio Massa, líder del Frente Renovador (FR) y de la coalición Unidos por una Nueva Alternativa (UNA-peronismo disidente), quien obtuvo 21,34 por ciento de los votos.
Cómo se acerquen los candidatos a esos votantes, dicen los especialistas, será clave para definir la elección.
"Macri se está blindando", analizó Reynoso y recordó que en su discurso del domingo, el jefe del PRO "le habló a los sindicatos".
"Cómo se interrogue al electorado va a influir mucho" en el resultado, afirmó.
Para Aboy es improbable que Massa llame a sus votantes a inclinarse por Macri, pese a que su discurso del domingo "estuvo más cerca de la oposición que del Gobierno".
"No lo veo", dijo.
La segunda vuelta se definirá el 22 de noviembre, y el próximo presidente de Argentina será investido el 10 de diciembre.