La violencia electoral se redujo en un 60 por ciento con respecto a las pasadas elecciones regionales de 2011, al tiempo que los incidentes de orden público se redujeron en un 56 por ciento, según reveló tras el cierre de los comicios el propio presidente Juan Manuel Santos, quien, no obstante, señaló la muerte de un soldado profesional en el departamento de Antioquia (noroeste) luego de enfrentamientos con la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional).
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"Quienes votaron, cumpliendo con su deber y ejerciendo su derecho ciudadano, pudieron hacerlo con facilidad, con tranquilidad", precisó Santos en la noche del domingo.
Un nuevo mapa
A la luz de un nuevo día, este lunes se observa cómo las elecciones dejaron una nuevo mapa político en las regiones, cuyos nuevos líderes —quienes asumirán sus cargos el próximo 1 de enero- serán los encargados de implementar los acuerdos de paz que el Gobierno alcance con la guerrilla de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) el 23 de marzo de 2016 o incluso antes, cuando ambas partes firmen un acuerdo de paz definitivo que ponga fin al conflicto armado, el cual cuenta ya con más de medio siglo de existencia.
De este modo, los más de 700.000 votos que en el 2011 obtuvo el actual alcalde de Bogotá, el izquierdista Gustavo Petro, quedaron reducidos a menos de 500.000 el domingo con Clara López, quien era la candidata del Polo Democrático, la base política de la izquierda y del propio Petro para aspirar a la Presidencia de la República en el 2018.
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Por su parte, Uribe, a través de su partido, aspiraba hacerse con tres gobernaciones y cuatro alcaldías en ciudades capitales del país.
Tras la derrota, Uribe salió al paso a la situación y registró este lunes en su cuenta de Twitter: "Muchos candidatos del Centro Democrático ayer no ganaron en las urnas, pero ganaron credibilidad que deben cuidar y profundizar".
3. Muchos candidatos del CentroDemocrático ayer no ganaron en las urnas pero ganaron credibilidad que deben cuidar y profundizar
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 26 октября 2015
En contraste, el vicepresidente del país, Germán Vargas Lleras, aspirante a la sucesión de Santos, se quedó con dos de las cuatro principales alcaldías, una de ellas Bogotá (tras respaldar al centrista e Peñalosa), al tiempo que se hizo con catorce gobernaciones (nueve de ellas en coalición con el tradicional Partido Liberal), lo que permite calificarlo como el ganador de la contienda.
Santos sale reforzado
Pero simbólicamente, el presidente Santos fue el gran beneficiado de estos comicios en tanto que precursor del proceso de paz con las FARC; los ciudadanos le atribuyen que la votación haya sido la más tranquila de las últimas décadas.
Otro acierto atribuido a Santos por parte de los analistas fue la ofensiva contra los ríos de dinero en efectivo en algunos sitios, lo cual permitió que las autoridades incautaran el domingo 1.700 millones de pesos (unos 600.000 dólares) que serían utilizados para la compra de votos en 22 municipios de 15 departamentos.
En los comicios del domingo en Colombia fueron elegidos alcaldes, gobernadores, concejales y diputados, así como también ediles y miembros de las juntas administradoras locales (JAL), tras una dura puja entre los 112.832 colombianos que se inscribieron este año como candidatos para cargos públicos, desde alcaldías hasta gobernaciones y otros, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).