De esta manera, Rosneft se aseguró la explotación en exclusividad de los 41.500 kilómetros cuadrados de la cuenca de Solimoes, con unas reservas comprobadas de 717 millones BEP (barril equivalente de petróleo) y unas expectativas de petróleo de 1.005 MMbbl (millones de barriles) y otros 800 millones BEP de gas.
En declaraciones a Sputnik, el investigador del Instituto Nacional de Petróleo y Gas de Brasil (INOG) y profesor de Geología en la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), Cleveland M. Jones, declaró que la "inversión de una compañía del tamaño de Rosneft en el mercado del onshore en Brasil podría levantar los ánimos del sector y atraer nuevas inversiones extranjeras".
"Espero que Rosneft aporte un nuevo modelo de explotación más acorde con la potencialidad del negocio onshore en Brasil", dijo el profesor quien cree que otras regiones del país de enorme potencial petrolífero onshore como Paraná, en el extremo sur del país, estarían siendo desaprovechadas por las autoridades brasileñas por la falta de inversión para poner en funcionamiento los yacimientos.
Por último, Jones se mostró optimista con el nuevo proyecto de Rosneft en el Amazonas aunque recordó que "países como Colombia o México, que hace unos años apenas producían una porción del petróleo producido por Brasil, ahora están en la vanguardia del sector y llevando consigo gran parte de las inversiones extranjeras".