"El presidente (estadounidense Barack Obama) dejó bien claro que el conflicto en Siria no se convertirá en una guerra subsidiaria de Estados Unidos contra Rusia", indicó.
Earnest reiteró la postura de la Casa Blanca, que celebraría el "aporte constructivo" de Rusia a la coalición que lidera Washington para combatir al grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa comenzó a bombardear las posiciones del EI en Siria tras una petición del presidente Bashar Asad.
La coalición contra el EI liderada por EEUU, que cuenta con la participación de unos 60 países, bombardea las posiciones de los terroristas en Siria desde septiembre de 2014 sin contar con una autorización del Consejo de Seguridad de la ONU ni coordinar sus acciones con las autoridades sirias.
EEUU y sus aliados insisten en la dimisión del presidente Bashar Asad y se oponen a cualquier colaboración con su Gobierno.
Rusia, por su parte, ha instado en múltiples ocasiones a la coalición internacional a cooperar con las autoridades sirias bajo los auspicios de la ONU para combatir al EI.
La guerra subsidiaria o guerra proxy (del inglés) es un tipo de guerra cuando dos o más potencias utilizan a terceros como sustitutos, en vez de enfrentarse directamente.
Las superpotencias normalmente prefieren utilizar a guerrillas, mercenarios, grupos terroristas, saboteadores o espías para golpear al oponente indirectamente. El objetivo es dañar o debilitar a la otra potencia sin provocar un conflicto abierto.