En una investigación publicada en la revista Appetite, los científicos demostraron la correlación entre el consumo de alimentos amargos como la tónica o el café, con la querencia de una persona por la manipulación, el sadismo y el narcisismo.
Tras estudiar las manías alimentarias asociadas a sabores dulce, salado, amargo y ácido de alrededor de 500 hombres y mujeres, los expertos les pidieron valorar de 1 a 6 el sabor de una tarta de chocolate, bacon, vinagre y rábano.
Las mismas personas tuvieron que completar cuatro cuestionarios. El primero proporcionaba el nivel de agresividad, el segundo el narcisismo, el tercero era una examinación de extroversión, amabilidad y conciencia, y el cuarto el grado de tendencias sádicas.
Los psicólogos también demostraron el vínculo entre la pasión por los alimentos amargos y el rechazo a la compasión y la colaboración.