Los contactos bilaterales siguen "en estado de parálisis (pues) no se ha bajado el tono crítico, (y) las reuniones o declaraciones de funcionarios no se concretan en pasos de mejoría… no hay por tanto un clima para una pronta normalización", dijo a esta agencia Carlos Romero, director de posgrado en estudios internacionales en las universidades Simón Bolívar y Central de Venezuela.
Por su parte, Ángel Rodríguez, dirigente del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela y jefe del grupo venezolano en el Parlamento Latinoamericano, dijo a Sputnik que EEUU "no va a disminuir su intromisión" en los asuntos internos de la nación sudamericana.
"Va a seguir financiando y auspiciando campañas de opinión y grupos opositores en procura de que la derecha obtenga la mayoría en la elección parlamentaria", opinó.
Esa actitud "dificulta en un plazo breve una normalización de relaciones como la avanzada con Cuba y como ha reclamado el presidente (Nicolás) Maduro", dijo Rodríguez.
Tema: Normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU
El mandatario venezolano afirmó el domingo que esperaba alcanzar "algún día lo que ha logrado Cuba: relaciones de respeto, de igualdad" con "las élites que gobiernan Washington".
"Lo que no pueden esperar es que la revolución se entregue y se ponga de rodillas ante ellos", aclaró.
Casi en paralelo, el secretario de Estado (canciller) estadounidense, John Kerry, declaró a la cadena CNN que Venezuela "es un ejemplo de una democracia imperfecta", y agregó que las elecciones de diciembre "serán la vara para medir qué clase de democracia" tiene el país sudamericano.
Kerry instó a Caracas a que permita una observación internacional de los comicios y que "libere los presos políticos", aspectos que tendrían "grave impacto en la relación bilateral".
Por su parte, Maduro reclamó de nuevo que Washington derogue la orden ejecutiva de marzo que declaró a Venezuela "amenaza extraordinaria para la seguridad" de EEUU, y agregó que nuevos funcionarios de la embajada estadounidense en Caracas se mantienen en conspiración contra su Gobierno.
Asimismo, Maduro acusó a su par estadounidense Barack Obama de demorar el acercamiento bilateral por no haber dado aún su beneplácito al diplomático designado por Caracas para ejercer como nuevo embajador venezolano en Washington.
Ambos países retiraron a sus respectivos embajadores en 2010, pero dos años más tarde decidieron iniciar un proceso de acercamiento.
Para el analista Romero, "el primer paso obvio para una normalización es la restitución de las relaciones a ese nivel (diplomático), pero en nada ayudan las críticas que se multiplican entre las partes".
Según el experto "irrita por ejemplo a EEUU el alineamiento de Caracas con algunos de sus adversarios como Cuba, o con el presidente Bashar Asad de Siria, o con Rusia en los temas de Siria y Ucrania", en tanto Venezuela sigue denunciando "maniobras desestabilizadoras urdidas en Washington".
Mientras, Saúl Ortega, diputado oficialista en la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, dijo a Sputnik Nóvosti que EEUU "ha promovido que en las fronteras con Colombia y Guyana surjan incidentes" para presentar a Venezuela "como un país belicista o agresor".
Caracas responsabilizó en las últimas semanas a Washington de animar al presidente de Guyana, David Granger, en su oposición frontal a los intentos venezolanos de encauzar bajo el paraguas de la Organización de las Naciones Unidas la reclamación territorial sobre el occidente guyanés.
Rodríguez opinó que "Maduro y la diplomacia venezolana han actuado bien al promover reuniones bilaterales con Granger y (el presidente colombiano Juan Manuel) Santos, y en denunciar la situación en los escenarios regionales y extracontinentales".
La Unión de Naciones Suramericanas y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños "pueden ayudar a destrabar esta situación al mostrar a Venezuela como un país promotor de la democracia y la paz", sostuvo Rodríguez.
En opinión de Romero, en cambio, "para mejorar las relaciones con Washington antes que organismos multilaterales pueden presentar sus buenos oficios gobiernos como el de Cuba, inmerso en un diálogo con EEUU, o el de Brasil e incluso el de Colombia".
El petróleo también ha mermado como tradicional lubricante de la relación económica bilateral, pues Venezuela exporta a EEUU unos 800.000 barriles (de 159 litros) al día, la mitad que hace una década y apenas el cuatro por ciento del consumo estadounidense.
