"La extraterritorialidad es uno de los problemas de que estamos hablando, que está vinculado con las sanciones unilaterales no legítimas aprobadas sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU y que tienen como objetivo oficial dañar la economía y el estado social y económico de la población para suscitar un sensación negativa contra sus autoridades", declaró Lavrov.
A su juicio, de este modo "se socavan directamente los objetivos que plantea la ONU al convocar en vísperas de la Asamblea General un encuentro sobre el desarrollo para los próximos 15 años".
"Los lazos económicos, el comercio y el intercambio de tecnologías es la llave para el desarrollo y las prohibiciones unilaterales socavan directamente los esfuerzos de los países para encontrar cualquier solución que ayude a las naciones a vivir mejor", continuó.
Lavrov indicó que "EEUU es famoso por convertir sus sanciones unilaterales en extraterritoriales prohibiendo a sus compañías cooperar con un país u otro y exige lo mismo de otros países al amenazarles con congelar las cuentas bancarias o castigarlos de algún modo".
Esta política "suscita muchas preguntas, en particular sobre los principios en los que se basa el sistema de los acuerdos de Bretton Woods acerca las monedas de reserva", comentó el canciller ruso.
Lavrov precisó que Rusia aboga por que "todos estos problemas se resuelvan basándose en las tendencias reales y objetivas, que consisten en que el mundo unipolar no existe desde hace tiempo ni en la política, ni en la economía, ni en las finanzas".
"En Asia y en América Latina se forman nuevos centros potentes de crecimiento económico y poderío financiero y con el crecimiento económico y el poderío financiero llega la influencia política", declaró el ministro de Exteriores.
A juicio de Lavrov, "por eso hay que cambiar el sistema de toma de decisiones: redistribuir los votos y las cuotas, incluido en el Fondo Monetario Internacional, como fue acordado ya hace 10 años".
"Todos cumplieron con los compromisos adoptados", recordó, y solo el Congreso de EEUU "se niega a ratificar la reforma".
Lavrov admitió que "los antiguos hábitos desaparecen con dificultad y nadie desea perder la sensación de dominar de manera unipolar la arena internacional" y agregó que "el proceso será doloroso y duradero".
Sin embargo, expresó su confianza en que "al fin y al cabo lleguemos a un acuerdo para redistribuir la responsabilidad en el mundo en todas las esferas: el arreglo de conflictos, la economía, las finanzas, el comercio".
"Y es muy importante hacerlo basándose en los principios de la Carta de la ONU sin socavar las prerrogativas del Consejo de Seguridad", subrayó el canciller.
