El líder laborista, Isaac Herzog, jefe de la Unión Sionista —coalición de laboristas y el centrista Hatnuah-, afirmó que las declaraciones de Abás acusando a Israel de practicar el "apartheid" con los palestinos solo ayudan a los extremistas de las dos naciones y que tanto Abás como el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, "han decepcionado a su pueblo".
"En lugar de aprovecharse de una oportunidad poco frecuente para crear alianzas con países moderados que quieren luchar contra el terror islámico, se ahogan en su propia retórica inútil", añadió el líder laborista.
El ex-ministro israelí Yossi Beilin, uno de los iniciadores del proceso de Oslo, indicó que hay que culpar a las dos partes, israelíes y palestinos, por la falta de avance en el diálogo de paz.
"(Abás) no ha ofrecido soluciones prácticas ni ha lanzado la bomba que prometió", apuntó Beilin. "Me gustaría que hubiera anunciado el desmantelamiento de la Autoridad Palestina, hecho que hubiera persuadido al mundo para implicarse de nuevo en la cuestión palestina", añadió.
"El contenido del discurso fue la narrativa del pueblo palestino, que refleja la realidad", dijo Oppenheimer. "Es la realidad lo que es frustrante, no el discurso. Realmente, Israel no está haciendo lo que necesita para conseguir dos Estados", aseguró el secretario general de Shalom Asjav.