"Hemos examinado los pasos para estabilizar el proceso político; pretendemos que Siria sea un Estado laico, seguro, donde se respeten y se protegen los derechos de todos los grupos confesionales. Sí que tenemos discrepancias, pero están en los detalles", dijo Lavrov.
Kerry indicó por su parte que es necesario garantizar que Siria sea un Estado "democrático, único y laico". "Hemos acordado trabajar en este camino y mantener contactos", dijo.
Según Lavrov, las discrepancias entre Washington y Moscú consisten en cómo pretenden avanzar hacia estos objetivos. Sin embargo, coinciden en "lo importante que son los esfuerzos del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura".
Según Lavrov, EEUU y sus aliados "ya tienen claro que es imposible exigir en forma de ultimátum que el presidente (Asad) dimita en medio de una crisis tan grave".
"Es necesario llegar a un acuerdo. En cualquier otro conflicto, ya sea en Yemen, Sudán del Sur o Libia, todos nuestros socios occidentales abogaron por un diálogo entre el Gobierno y la oposición, sin embargo, a la vez insisten en la dimisión de Asad como condición previa", constató.