“La mediación permitiría el establecimiento de una negociación más efectiva para encontrar una solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia”, dijo el responsable de asuntos internacionales de la MUD, Timoteo Zambrano, al entregar a la prensa una declaración sobre este tema.
El presidente Nicolás Maduro dijo el domingo, tras reunirse en Nueva York con su par guyanés David Granger y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que Venezuela insistirá en restablecer la figura del buen oficiante, encargado de comunicar a las partes en la búsqueda de un camino para zanjar la controversia.
Maduro añadió que se reactivarán las embajadas, con el regreso a Georgetown de la venezolana Reyna Arratia y la recepción en Caracas de la guyanesa Marilyn Cheryl-Miles.
Ambos gobiernos cruzaron en los últimos meses duras recriminaciones y habían colocado en el congelador sus relaciones diplomáticas y comerciales.
Venezuela reivindica derechos sobre el territorio Esequibo, tres cuartas partes de la actual Guyana, pues sostiene que el imperio inglés lo tomó en el siglo XIX y un laudo fraudulento se lo adjudicó en 1899 a su Guayana Británica, independizada en 1966.
Poco antes de la independencia, Caracas, Londres y Georgetown firmaron el Acuerdo de Ginebra, que previó pero no pudo hallar un "arreglo práctico" del litigio.
El diferendo se activó en mayo, cuando el grupo estadounidense petrolero Exxon anunció el hallazgo de gran cantidad de petróleo en la plataforma continental sobre la que se proyecta el territorio en disputa.
La MUD criticó que “durante años no se hizo absolutamente nada, permitiéndose de esa manera que Guyana considerara que el gobierno de Venezuela no tenía un real interés en la reclamación por el Esequibo”.
La tesis de Granger es que la cuestión limítrofe ya fue resuelta por el Laudo de París de 1899 y que lo procedente es no insistir en un buen oficiante sino acudir a la Corte Internacional de Justicia para que resuelva la cuestión definitivamente.
