"Hemos afirmado plenamente el nuevo avance en los mecanismos de fomento de la confianza entre los dos ejércitos", afirmó Xi durante una rueda de prensa en Washington.
El mandatario chino agregó que habían acordado intensificar los intercambios y el diálogo sobre las políticas militares a todos los niveles, además de mantener las maniobras conjuntas y el entrenamiento.
Xi también afirmó haber acordado con Obama que "el terrorismo es el enemigo común de la humanidad".
El compromiso de ampliar la cooperación militar entre EEUU y China llega después de que los dos países firmaran en noviembre de 2014 dos protocolos de entendimiento sobre pactos militares del aumento de medidas de confianza (CBM por sus siglas en inglés).
Además, los acuerdos estipulan que los dos países notifican uno a otro las principales actividades militares y la política y estrategia de desarrollo.
Los documentos también definen las reglas de participación en incidentes militares en el aire y en el mar.
Por su parte, Obama precisó durante la misma conferencia de prensa que acordó con su homólogo chino reducir los riesgos de movimientos mal calculados por parte de las fuerzas armadas de los dos países en Asia Pacífico.
"Con respecto a la seguridad en la región de Asia Pacífico, acordamos tener más canales de comunicación para reducir los riesgos de errores de cálculo entre nuestros ejércitos", afirmó.
El comentario del presidente de EEUU llega tras las reiteradas peticiones de Washington a Pekín para detener los esfuerzos de recuperación de las islas Spratly en disputa en el mar de la China Meridional.
Obama declaró que tuvo la oportunidad de abordar el asunto de las áreas disputadas con Xi.
"He transmitido al presidente Xi nuestra preocupación significativa por la construcción y la militarización de las zonas en disputa, que hace más difícil para los países de la región resolver los desacuerdos pacíficamente", señaló Obama.
La reivindicación de Pekín sobre las islas Spratly coincide con la de Brunei, Malasia, Filipinas, Vietnam y Taiwán.
EEUU advirtió que no reconoce los reclamos chinos, y ha expresado reiteradamente su preocupación por las actividades de Pekín en la región.