Cardoso reivindicó la obra de su gobierno antes de perder las elecciones presidenciales de 2002 frente al candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva, al decir que "el PT debe estar mordiéndose la lengua después de tanto decir que recibieron un país roto en 2002".
En su opinión, los miembros del partido de Lula y Rousseff "jamás admitirán que en 2002 el dólar se disparó y la inflación subió por que los mercados temían la inminente elección de Lula".
Para Cardoso, los ataques del mercado al real brasileño se explican "únicamente con la percepción de que en las manos del PT no existe la capacidad de corregir los errores de la política económica", retratándose una vez más en un argumento que desmonta las teorías vertidas por el senador del PSDB y excandidato presidencial, Aécio Neves, quien culpa a la supuesta debilidad de las cuentas presentadas por el gobierno de Rousseff como motivo del auge del dólar.
La intervención este jueves del presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, anunciando que el organismo hará "todo lo posible" para evitar el desplome de su divisa, revertió el auge del dólar, que acabó cayendo un 2,33 por ciento en su cotización frente al real para volver a un valor del 4,07 reales después de alcanzar un precio de 4,21 reales en la Bolsa de Sao Paulo durante gran parte de la mañana.