Por la mañana, el máximo líder de la Iglesia Católica ofició una misa en la Basílica Menor del Santuario Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba, el lugar más venerado de la isla y sitio de peregrinación.
Más tarde, Francisco visitó la Catedral de Santiago de Cuba, donde se encontró con un grupo de familias.
El Papa expresó su agradecimiento al pueblo cubano por haberlo hecho "sentir en casa" y destacó que "la fe empapa cada rincón, ilumina cada espacio y construye comunidad" en los lugares que visitó.
Francisco subrayó la necesidad de cuidar la unidad de las familias, a las que calificó de verdaderos "centros de humanidad".
Según el papa, sin el calor del hogar, la vida se vuelve vacía y comienzan a faltar "las redes que nos sostienen en la adversidad, nos alimentan en la cotidianidad y motivan la lucha por la prosperidad".
"La familia nos salva de fenómenos actuales" como las "sociedades divididas, rotas o separadas", afirmó.
Después de la despedida oficial en el aeropuerto internacional de Santiago de Cuba, Francisco se dirigió a EEUU, donde hará escalas en Washington, Filadelfia y Nueva York.
