Sin embargo, el secretario matizó que existe una gran divergencia entre los 7.752 ciudadanos sirios que lograron obtener el visado en Brasil en los últimos dos años y los poco más de dos mil que lo hicieron en condición de refugiados: "La solicitud de un visado no es una solicitud de refugio necesariamente, muchos pueden haber ido a otro país o puede ser que no han conseguido llegar todavía".
Esta afirmación vendría a respaldar las declaraciones a Sputnik Nóvosti, del párroco de la Iglesia de Sao Sebastiao da Lagoa de Río de Janeiro, Álex Coelho Sampaio, cuya modesta congregación proporciona alojamiento y sustento a 9 refugiados de Siria, quien advirtió que Brasil sería en muchas ocasiones "una especie de lugar de paso desde el cual estos hombres desesperados intentan embarcar rumbo a Europa".
Cabe recordar que Brasil es el país de América Latina con mayor número de refugiados sirios, de hecho, se trata de la mayor nacionalidad refugiada del país (sin contar a los haitianos que no son estrictamente refugiados) y podría aumentar ya que, según Vasconcelos, "Brasil tiene la intención de mejorar su eficiencia y, si es posible, ampliar el número de visados".