Las sanciones de Kiev demuestran improvisación y falta de prudencia

Las sanciones aprobadas por el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, son "improvisadas" y demuestran la "falta de prudencia" del Gobierno ucraniano, según aseguró a Sputnik Nóvosti Javier Morales, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea y Coordinador del Área de Rusia y Eurasia en la Fundación Alternativas.

"Este decreto de sanciones demuestra la improvisación y la falta de prudencia con la que se ha hecho". Parece "una lista redactada de forma precipitada", afirma el experto.

Las continuas modificaciones realizadas en estas últimas horas, confirman las palabras de Morales.

El Gobierno de Kiev decidió retirar de la lista de sanciones a los periodistas de la cadena británica BBC y más tarde fue sacando a gran parte de los profesionales europeos.

Según un comunicado del Ejecutivo ucraniano, estos cambios se deben al "gran interés público" y la "importancia estratégica de las relaciones" con algunos de los países implicados en las sanciones.

En estos cambios están implicados Antonio José Rodríguez Pampliega, colaborador del diario El País y El Confidencial, y Ángel Sastre, de La Razón y El Confidencial. Se da el hecho de que estos dos periodistas españoles se encuentran desaparecidos en Siria desde el pasado mes de junio.

Sin embargo, César Vidal, columnista del periódico conservador La Razón, continúa sancionado.

"El ciudadano español César Vidal fue observador en el referéndum ilegal, e hizo declaraciones sobre la naturaleza artificial de Ucrania como Estado. En particular, declaró: "… Esta nación artificial que se llama Ucrania, se utiliza como un arma de amenaza para el Kremlin", recoge el comunicado oficial de Kiev, que justifica así su sanción.

El profesor Morales califica de "ridículo" la lista de sanciones de Kiev, tras tener que someterla a tantas modificaciones.

"Parece inconcebible que ningún Gobierno en su sano juicio sancione a periodistas que están desaparecidos, es añadir más sufrimiento a las familias de estas personas", explica el experto.

Línea roja

Según Morales, "la situación de guerra en la que está Ucrania hace que esté cruzando ciertas barreras que en un Estado democrático no son aceptables".

 

"La línea roja es que se condene a periodistas" que han estado cubriendo acontecimientos en Ucrania, "sin legitimar ni participar políticamente en nada, simplemente, haciendo su trabajo, como es el caso de Antonio Pampliega o Ángel Sastre".

Ante esta situación, el experto señala que es probable que tanto el Gobierno español, como los otros gobiernos de la Unión Europea cuyos periodistas han sido sancionados por cubrir la guerra ucraniana, "manifiesten de algún modo su protesta diplomática".

"Los periodistas en un estado democrático no se les puede condenar por estar en un país cubriendo un acontecimiento", afirma Morales.

Este es el último paso de una línea "poco democrática" que está siguiendo el Gobierno de Poroshenko.

En un primer momento se criminalizaba la oposición interna a la guerra, como es el caso del periodista Ruslan Kotsaba, que está en la cárcel por hacer un vídeo criticando el conflicto y por animar a evadir reclutamiento.

Después vino la ley "anticomunista" que criminaliza el propio Partido Comunista y cualquier reivindicación de la memoria soviética, relata el profesor.

"Finalmente, estas sanciones son el último paso que ha dado Poroshenko. Cruzan una línea roja, porque condenan la crítica de ciudadanos extranjeros y de periodistas. En esta larga lista de sancionados hay personas que han estado apoyando a las repúblicas populares o a Crimea su separación de Ucrania, como pueden ser los observadores", explica el profesor.

Esta situación está causando un clima de "tensión" en Ucrania que "dificulta" una solución dialogada al conflicto.

"Esta política de sanciones por parte de Kiev va hacer más difícil la posibilidad de llegar a una solución dialogada", concluye Morales.