"Me ha comentado que no la perdona, que pide justicia porque lo que ha hecho es inhumano, que un hombre con su hijo pequeño en brazos se esté zafando de la policía y que, sin ton ni son, le ponga una zancadilla; pide justicia, nada más", explicó Mohamed Labrouzi, el alumno del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE), la escuela deportiva de Madrid que ha hecho posible el asilo de Mohsen en España.
Labrouzi, que ha ejercido de intérprete del refugiado, explicó que a Osama "le ha cambiado la vida, sí" y que, precisamente, "si no hubiese sido por la famosa zancadilla, no estaría aquí, seguramente".
Ahora, Osama quiere "aprender primero el idioma", y en un futuro ser entrenador de fútbol, profesión que ejercía en su país.
Moshen fue durante varias temporadas entrenador del Al-Fotuwa, uno de los clubs de primera división de la Liga de Fútbol de Siria.
El demandante de asilo dio una entrevista a la televisión turca para hacer un llamamiento a su esposa y sus otros dos hijos, que se encuentran en un campo de refugiados en ese país, para informarles de la nueva situación que permite la reunificación familiar.
Osama y su familia irán al Santiago Bernabeu este fin de semana: "Nos han invitado al palco para ver al Real Madrid", explicó Miguel Ángel Galán, director de CENAFE.
La familia siria se ha declarado fan absoluta del club blanco madrileño.
La llegada de Osama ha acaparado toda la atención mediática en España.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo este mañana que Osama "es un caso excepcional".
"Esa iniciativa no se puede generalizar" ni se puede pretender "traer a España refugiados al margen del procedimiento", señaló el ministro.