Lea más: Desaparición de estudiantes en México
Según la investigación federal, en la masacre saldada con seis muertos y otros 25 heridos, un grupo indeterminado de muchachos ahora desaparecidos habría sido incinerado en el basurero del pueblo de Cocula, vecino de Iguala, y sus restos triturados habrían sido lanzado a un río cercano, de donde fueron rescatados más de unos 63.000 fragmentos óseos.
Los genetistas del instituto forense austriaco han logrado así una segunda identificado, tras su hallazgo del 7 de diciembre pasado del estudiante Alexander Mora Venancio, pero esta vez utilizando una metodología más lenta y compleja llamada "análisis mitocondrial", dijo la funcionaria federal.
El resultado es conocido a 10 días de que expertos independientes de la Comisión Interamericana de DDHH (CIDH) rechazaran la llamada "verdad histórica" de la Procuraduría, según la cual los jóvenes fueron asesinados y sus restos quemados en el basurero de Cocula, por considerarla técnicamente imposible, con base en peritajes de expertos en fuego que los especialistas de Chile, España, Guatemala y Argentina consultaron.
"He instruido que se integre un equipo de trabajo conformado por especialistas, médicos, antropólogos y genetistas a quienes en un ejercicio de apertura y transparencia podrán sumarse los coadyuvantes, el Equipo Argentino de Antropología Forense y el grupo interdisciplinario de expertos independientes de la CIDH", dijo la titular de la Procuraduría mexicana.
La Procuradora ha ordenado que "uno a uno sean revisados y evaluados nuevamente o más de 63.000 fragmentos óseos que fueron recolectados del Río San Juan y del basurero de Cocula, con el objetivo de que científicamente se pueden hallar nuevos fragmentos viables para la identificación por cualquier método".
El trabajo de identificación que ya dura un año "será una ardua labor, sin duda, pero estamos obligados a realizarla" para esclarecer científicamente estos "lamentables hechos –dijo la Procuradora- que tanto lastiman e indignan a la sociedad mexicana".
El cuadro de la investigación federal es más parecido a las escenas adelantadas por primera vez por el sacerdote católico Alejandro Solalinde, en entrevista con esta agencia, cuando reveló que los jóvenes habían sido "asesinado y quemados, algunos de ellos aún con vida", según confesiones que obtuvo de testigos entre los asesinos.
Un equipo de forenses del Equipo Argentino de Antropología Forense que dirige su fundadora, Mercedes Doretti, colabora con el laboratorio de Innsbruk a pedido de los familiares.
Por su parte, la reputación del instituto forense de Innsbruck, incluye la identificación de cuerpos masacrados en la ex Yugoslavia, y de restos incinerados en los montes Urales: los hijos del último zar de Rusia, Nicolás II, 91 años después de su muerte, durante la revolución bolchevique. (Sputnik)
vf/vl