No obstante, se mostró seguro de que la independencia "no se producirá en ningún caso".
Margallo pidió "combatir en el terreno de las ideas" en el que, según el mandatario español, hay que "dejar claro" que la independencia supondría "el no reconocimiento de Cataluña por parte de la ONU o la UE".
El canciller también se refirió al apoyo de algunos congresistas estadounidenses al proceso. "Este soporte excita a los independentistas, a pesar de las palabras de Merkel o Cameron en sentido contrario", afirmó, tras añadir que el apoyo proviene de apenas cinco congresistas.
Margallo también hizo tres propuestas para mejorar el encaje de Cataluña en España dado que, según el mandatario, al día siguiente de las elecciones "habrá que dialogar" para resolver la "fractura interna" que se ha producido.
En primer lugar, propuso una reforma de la Constitución en la que se reconozcan las "nacionalidades" del Estado español, aunque advirtió que debe haber un "consenso previo".
Además, propuso revisar el sistema de financiación que calificó de "injusto" y "malo", aunque aseguró que Cataluña se ha podido financiar en los últimos años "gracias al Estado".
Finalmente, destacó la importancia de resaltar el reconocimiento de la lengua catalana.